Visitar Vannes

Vannes, capital medieval… Pisando los adoquines de una ciudad llena de historia.

Desde la antigüedad hasta la época contemporánea, la ciudad de Vannes ha atravesado los grandes periodos de la historia con pérdidas y daños. Aunque la creación de la ciudad se remonta a la época galo-romana y su plena influencia política al siglo XVII, fue en la Edad Media cuando la vida estaba en pleno apogeo, cuando las curvas traviesas de la ciudad toman forma con colores y revestimientos de madera… Numerosas visitas guiadas organizadas por el ayuntamiento y la oficina de turismo le llevarán por el laberinto de calles medievales y a las alturas de las fortificaciones en el paseo de las fortificaciones.

CASTILLO FORTIFICADO, MURALLAS, IGLESIA, CATEDRAL…

El glosario de la arquitectura medieval encuentra su perfecta ilustración en las calles y callejones de la antigua Vannes. Basta con perderse en ellas para descubrir un pavimento medieval por aquí, una torre de vigilancia o una maquinación por allá. Y si tuviéramos que resumir el periodo medieval a unos pocos grandes lugares todavía existentes, los imprescindibles serían las fortificaciones, sus puertas y torres, la catedral de Saint-Pierre, la Cohue, las casas con entramado de madera y el bastión gréguénico con su famosa batería de casamatas…

Descubra… Vannes en 6 lugares que no debe perderse

1 – LAS MURALLAS

Las murallas de la ciudad de Vannes, una de las últimas fortificaciones que quedan en Bretaña, son la base del patrimonio turístico de Vannes. Un primer recinto fue erigido por los romanos en el siglo III, pero fue hasta finales del siglo XIV, bajo el reinado de Juan IV, cuando se reforzaron y ampliaron las murallas para proteger a la población. El duque eligió como residencia Vannes y construyó el desaparecido castillo de Hermine. Como a Luis XIV no le importaba este patrimonio arquitectónico, el rey dilapidó las murallas y el castillo del Armiño para vender las piedras y financiar sus guerras. Afortunadamente, se han conservado algunas torres y baluartes, entre ellos la Torre de Calmont, que presenta todas las características de una puerta medieval con sus dos pasos, el de los carruajes y el de los peatones. A pocos metros, la Torre del Condestable es la más alta del recinto y tenía la particularidad de ser a la vez torre de defensa y torre residencial, como atestiguan sus grandes ajimeces.

2 – La Cohue

Hoy en día, La Cohue alberga el Museo de Bellas Artes de Vannes. Aunque la tranquilidad del lugar favorece la contemplación de obras contemporáneas, hay que imaginarse esta sala rebosante de vida en la Edad Media. La Cohue albergaba numerosos puestos en la planta baja y el tribunal ducal en el primer piso. Incluso acogió al Parlamento de Bretaña en el siglo XVII y a los Estados de Bretaña en varias ocasiones.

3 – CATEDRAL DE SAN PEDRO 

La catedral gótica de San Pedro está construida sobre los restos de una antigua catedral románica. Mucha gente no lo sabe, pero la catedral de Saint Pierre de Vannes es en realidad una basílica. Debería estar orgullosa de este título, ya que alberga las reliquias de San Vicente Ferrier desde 1419 y es un lugar de peregrinación en la ruta del Tro Breiz, que en la Edad Media celebraba a los Siete Santos Fundadores de Bretaña.

4 – LAS CASAS CON ENTRAMADO DE MADERA 

Las casas con entramado de madera ilustran las postales más bonitas de Vannes. La ciudad cuenta con 170 casas con entramado de madera, la mayoría alrededor de la catedral, pero también algunas en la zona de Saint-Patern y algunas en las orillas del puerto. Es probable que en el siglo XV hubiera unas 900. La plaza Henri IV está rodeada de las más bellas casas con entramado de madera de Vannes, todas ellas con bellos colores y, a veces, con pequeños y sorprendentes detalles tallados.

5 – INUSUAL: LAS MÉNSULAS DE LAS CASAS DE MEDIO PELO

La mayoría de las casas con entramado de madera tienen un marcado canalete, es decir, el primer piso es más alto que la planta baja. En la Edad Media, esta característica arquitectónica era muy común, ya que permitía un paso bastante amplio en la vía pública y aumentaba la superficie de los pisos superiores. Otra ventaja: en el pasado, los impuestos sólo se pagaban en función de la superficie de las casas… Pero el gran problema era que las ménsulas estaban tan juntas que favorecían la propagación de los incendios… de ahí la conexión entre los pisos superiores de las casas.

6 – VANNES Y SU ESPOSA

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Un poco de historia… Algunas fechas clave.

DARIORITUM, FUNDADA POR LOS ROMANOS

Los ejércitos victoriosos de Julio César conquistaron toda Armórica. El Darioritum (primer nombre de Vannes) se desarrolló en una colina (hoy el barrio de St Patern). Ya en el siglo III se construyó un castrum para proteger a los habitantes de las amenazas de los bárbaros. Tras la caída del Imperio Romano en el siglo V, Venetis sustituye a Darioritum, la antigua ciudad es abandonada y se convierte en un suburbio. La ciudad medieval se desarrolla gradualmente dentro de las fortificaciones. Es en esta época cuando Vannes se convierte en obispado (uno de los primeros de Bretaña).

ENTRE 1341 Y 1364 LAS GUERRAS DE SUCESIÓN ARRUINAN LA ECONOMÍA DEL DUCADO DE BRETAÑA.

Dos familias luchan por el título de duque. Vannes es asediada varias veces. Juan IV sale victorioso construyendo el castillo del Armiño, y ampliando las fortificaciones, hacia el barrio del puerto que estaba en plena actividad en esa época. En 1532, Francisco I se queda en Vannes para preparar el tratado de unión entre Bretaña y Francia. A finales del siglo XVII, el exilio de los parlamentarios bretones por orden de Luis XIV dio un nuevo impulso a la ciudad. Se construyeron numerosas mansiones y la ciudad se extendió más allá de las murallas.

EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX VANNES TOMA OTRA IMAGEN.

Con la llegada del ferrocarril en 1862 y la instalación de dos regimientos de artillería tras la derrota de 1870, se creó un gran desarrollo urbano. También se inauguraron en esta época el ayuntamiento, la prefectura y el tribunal. Se construyeron nuevas carreteras alrededor de las murallas. Vannes sufrió poco la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, esta ciudad de 64.000 habitantes, potencia sus activos turísticos gracias al desarrollo de sus barrios antiguos y a su proximidad al Golfo de Morbihan.